miércoles, 24 de julio de 2013

Sonidos 30



24frames
24frames
(Autoeditado, 2013)

El cine se cuela en cada una de las notas de este disco. Como si fueran fotogramas (frames) que componen las diferentes secuencias de una película psicodélica, los fraseos musicales de 24frames narran historias, con sus referentes más o menos directos, a filmes que han supuesto momentos mágicos en los espíritus de los espectadores.
Los cuatro miembros de esta banda de jazz contemporáneo se han descubierto como una de las apuestas más fascinantes de los escenarios y, ahora, se lanzan al terreno discográfico (vía digital y en formato físico). El pasado año fueron los vencedores de una curiosa propuesta musical, La Musiquería, que se celebró en el siempre tan cool mercado de San Antón, en pleno barrio de Chueca de Madrid, donde los mismos asistentes al mercado y a los conciertos que allí se celebraron fueron los que puntuaron para que resultara un ganador. Concursos aparte, esto viene a demostrar la calidad de la música de 24frames y, pese a su complejidad presupuesta, la cercanía que pueden llegar a transmitir al oyente.
Víctor Montesino (contrabajo), Fernando Alandes (batería y percursión), Luis Erades (saxos y clarinetes) y Tomás Esteras (pianos, teclados, guitarras, efectos) nos introducen en un mundo cinematográfico con las melodías de su disco homónimo con el que se estrenan en el mercado. Desde el inicio ya aparecen referentes al cine con el mismo título del primer corte, L'arrivee D'un train (La llegada de un tren), que nos trae a la memoria la primera proyección cinematográfica realizada por los Hermanos Lumière en 1895 y que tantas sensaciones de magia, expectación y asombro pudo conllevar. El mismo asombro que transmite la música, los acordes, las melodías y las sugerencias que esconde.
Por momentos parece que estamos ante el Gato Barbieri de El último tango en París, apasionada e intensa como es la música de 24frames. En otros instantes nos lleva a los ritmos fuertes, casi agresivos, de King Crimson. O nos mueve furiosa y delicadamente a la vez, con agitación funky a lo David Liebman o con melodías sincopadas que recuerdan al sudafricano Abdullah Ibrahim (Dollar Brand).
Si su directo es impactante, el disco es un trabajo meditado, sentido, vivido plenamente. Un trabajo en el que calan las variadas influencias de sus miembros y se convierten en música que vuela haciendo círculos, volutas, espirales en el aire para emocionar y llevar al oyente a los mundos que puedan crearse en su propia imaginación.
Puedes leer la entrevista del pasado 15 de enero realizada en El Desconsciente pinchando aquí.
Puedes ver el canal YouTube de 24frames pinchando aquí.
Javier Herrero

Pepe Rivero Quartet
Monk & the Cuban Rumba / Homage to Monk
2 cds (Universal, 2012)



El gran artista Thelonious Monk (1917-1982), pianista y compositor de piezas tan inolvidables como Round midnight o Blue Monk, pasa por el tamiz del pianista cubano Pepe Rivero que, junto a su cubano-española Big Band encabezada por Jorge Vistel (trompeta), Reinier Elizarde El Negrón (contrabajo) y Georvis Pico (Batería), se convierte en un disco doble lleno de pasión, calor, sutilezas y ritmo. Como apuntan en la nota de prensa, el compositor Duke Ellington afirmaba que “el buen arreglar es como recomponer” y, sin lugar a dudas, las buenas versiones se transforman en algo nuevo. No vale con reinterpretar, sino que, como hace Pepe Rivero, es necesario reinventar, revisionar o reconstruir la obra para que aporte algo más que una buena interpretación.
Curiosamente, al escuchar estas interpretaciones a lo cubano de melodías compuestas por Monk, se puede descubrir que la lejanía entre la música de este y la del jazz antillano está tan lejos una de otra como Miami de la isla de Cuba. Tienen conexiones inevitables, son próximas, se abrazan mutuamente sin complejos y sin embargos de ningún tipo. Esto es lo que se descubre el el primer cd del álbum, Monk & the Cuban Rumba, en el que se recrean los estándares del músico norteamericano. El segundo disco tiene composiciones del propio Pepe Rivero, una de ellas, Homage To Monk & Blue Monk, con una fusión entre notas escritas por Rivero y el famoso tema de Monk. Además incluye una larga piezas en cuatro partes, Suite family, que recupera el buen hacer compositivo (a la manera rítmica y tonal cubana) de los grandes músicos de jazz de la época dorada del Bebop y el hard-bop.
Un disco que es un lujo musicalmente hablando y que, como otros artistas latinos de jazz, tiene una proyección internacional con base en nuestro país.
Puedes ver un vídeo con una interpretación de Pepe Rivero y el bajista Reinier Elizande en la Biblioteca Nacional de Madrid pinchando aquí.
J.H.

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